dr fabian

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sábado, 6 de octubre de 2012

Destrucción de libros.





Leo en Clarín del 24/9  sobre la política de las editoriales de destruir los ejemplares no vendidos de los libros que publican.
Aparentemente tendría que ver con cuestiones de espacio para la venta, acumulación, con que la presencia de un libro en mesas de saldos traba futuras reediciones. Incluso dicen  que los autores prefieren  que sus obras no estén en "saldos" reconociendo el fracaso de ventas. No se. Ellos conocerán sus números.
Yo simplemente me pongo a mirar e identificar  en mi biblioteca los libros que compré en los tiempos que siguieron a la crisis de 2001.Habían editoriales que cerraban y colecciones que pasaron a venderse en los supermercados a 3, 5 o 7 pesos. No tenía forma de comprar libros a precio de librería. El precio además me animaba a arriesgar y hacerme de libros de autores que no conocía o que dudaba fueran a gustarme.
Va listado incompleto, pero debo aclarar que en todos los casos son autores de los que más adelante compré al menos una obra más. (clickear para más información)

Yoshimura, justicia de un hombre solo .
Mo. Una posesión insular.
Rushdie, Verguenza.
El primero de los 13 libros que tengo de Eduardo Mendoza, (no recuerdo cuál).
Perez reverte. La sombra del águila ( primero de los 22 libros que cuento en el estante).
Juan Madrid Un beso de amigo.
Durrel, Justine.
Pedro Jesus Fernandez, Peon de rey.
Ondaatje, El fantasma de Anil.                       
Ruth Rendell, Hablar con desconocidos.
Juan Manue de Prada , La tempestad.
Sallis, El ojo del grillo.
Roa Bastos, El trueno entre las hojas.
Augusto Monterroso, La vaca.
P.D. James, No apto para mujeres.
Sharpe,Wilt.

La lista sigue.Cada uno de estos fracasos editoriales se multiplicó en mi caso y ahora los recomiendo por esta vía. No fue tan mal negocio no destrozarlos.

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