dr fabian

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sábado, 26 de octubre de 2013

Lomax. Blues en la cárcel.



"Cantando olvido el paso del tiempo.
Si me  preocupo
el día es más largo.
Así que para evitar pensar  todo el tiempo en eso...
¿por qué no ocuparse de cantar?"









Me conmueve este disco en que los presos de Mississipi cantan al ritmo de sus picos y palas. No muy alejado del canto de los esclavos, ya que en Parchman Farm,1947, los presos  trabajan en condiciones de esclavitud y son en su mayoría negros que nos muestran a capela el origen del blues. Quizás si escuchan esto entiendan de qué hablo:

"Ella no ha venido a verme 
en mucho tiempo,
dice que me ama pero siento que me miente"


Mississipi era un estado pobrísimo, en el que su prisión estatal, llamada popularmente Parchman farm, era la segunda mayor fuente de ingresos después de los impuestos . Grandes plantaciones en las que los presos trabajaban por techo y comida y producían enormes ganancias. Las condiciones de vida eran difíciles y violentas. El disco es una recopilación de las grabaciones de un tal Alan Lomax , un tipo muy particular, etnomusicólogo, músico, productor, escritor, historiador, D.J. de radio.

Nacido en 1915, hijo de John, un investigador con quien comenzó a recorrer los estados del Sur recogiendo grabaciones de la música de los esclavos a los 18 años.Estudió filosofía y se dedicó al estudio del folklore musical. Fue más allá: lo que el tipo tenía en mente era la recopilación y el estudio de las fuentes olvidadas de la creatividad humana. Realizó varios proyectos, en principio financiado por la Biblioteca del Congreso, probablemente aprovechando que en los años treinta, además, la experiencia de la depresión económica había renovado el interés y la simpatía por los logros de la gente común
Sostenía la necesidad de la Equidad cultural, o sea que las culturas locales, étnicas y nacionales debían estar presentes en la escuela de cada región.
Toda la política es local.
Toda la música folclórica es local.
Ergo, toda la música popular es política







Descubrió y rescató a su paso a algunos músicos que forman actualmente parte de la historia del blues, como Muddy Waters o Jelly Roll Morton.
Luego de recorrer con su equipo móvil de grabación el sur profundo de su país, comenzó a recorrer el Caribe, con un muy importante laburo  en Haití.
Durante los `50 el maccartismo hizo que abandone los Estados Unidos para establecerse en Inglaterra. Desde allí recorrió Italia, Rumania, India, Irlanda. Su experiencia en la España franquista lo pinta de cuerpo entero: en 1952 es invitado a una jornada de trabajo en ese país, cuyo encargado de cultura era un ex nazi. Era conocida la postura izquierdoza de Lomax, así que el funcionario le aclaró que no espere ninguna colaboración ni permiso de trabajo en ese país.

“En realidad, en ningún momento había hecho planes para quedarme. Tan sólo disponía de

unas cuantas cintas para grabar y nunca había hecho un estudio de etnología española. No

 obstante, aquello supuso mi primera experiencia con un nazi y, al mirar a aquel idiota 

autoritario desde el otro lado de la mesa del comedor, me prometí a mí mismo que, aunque 

tuviera que consagrar el resto de mi vida a aquella tarea, grabaría la música de aquel país 

ensombrecido”.  Se quedó dos años.

 (si clickeás donde dice España , accedés a sus grabaciones allí).




























 Ideó su propio sistema para intentar relacionar canto y cultura: relacionar la sociología con el corpus musical . Mediante un número identificable de parámetros del canto, pudo establecer relaciones entre patrones culturales de comportamiento y peculiaridades vocales del folclore. No se si estas mediciones tienen sentido, pero queda claro que obedece a alguna razón social que unos pueblos cantan bagualas y otros chacareras.
Otro dato llamativo es que este hombre, que dedicó casi toda su vida a la escucha, padecía un déficit auditivo importante como consecuencia de una enfermedad en la infancia.
Para completar la historia, va dato curioso y yankee: en 1977, partió de Cabo Cañaveral la sonda espacial Voyager II en un viaje sin retorno a los confnes del sistema solar. Llevó dentro un disco de vinilo y un toca discos. El disco , supongo que con el objetivo de amenizar alguna velada extraterrestre, incluye trece canciones seleccionadas por Lomax, el rastreador de canciones.














http://www.meneame.net/story/grabaciones-sonoras-alan-lomax-espana-durante-anos-50






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